Olivia Bevelstoke está al tanto de los rumores y chismes de Londres, clave de la vida social de la ciudad。 Cuando se entera de que su vecino, sir Harry Valentine, puede haber asesinado a su prometida, comienza a espiarlo。 ¿Qué mal puede haber en mirar un poquito para asegurarse? A pesar de no ver nada demasiado sospechoso, está claro que el joven esconde algo: escribe y revisa minuciosamente una gran cantidad de papeles, una y otra vez。 Sir Harry Valentine ha crecido con una abuela rusa que solo se expresaba en su lengua materna y en francés。 Gracias a ella, Harry domina tres idiomas como si fueran el propio, y trabaja como traductor de aburridos y cruciales documentos para el Ministerio de Guerra, a pesar de haber sido entrenado como espía。 La aparición de una hermosa rubia que lo observa a través de su ventana pone algo de color a sus días。 Más aún cuando empieza a notar que su interés en ella podría volverse bastante personal。